Cesan las campañas de excavaciones en Torrelara para estudiar los mil fósiles recuperados
El potencial científico es sobresaliente y valioso para comprender los cambios evolutivos que vivieron los dinosaurios en el planeta
Burgos · Ha finalizado la XX campaña de excavaciones paleontológicas en la Sierra de la Demanda (Burgos), que se ha desarrollado por sexta vez consecutiva en el yacimiento Valdepalazuelos-Tenadas del Carrascal, situado en el término municipal de Torrelara, y que tiene una antigüedad de 145 millones de años, de finales del período Jurásico. Este proyecto, relacionado con la investigación de dinosaurios con sede en Salas de los Infantes, es el único que incluye excavaciones paleontológicas de restos fósiles de dinosaurios con regularidad y continuidad en Castilla y León.
La campaña se ha desarrollado desde el día 7 al 28 de julio, fecha en que han sido extraídas las últimas piezas fósiles del yacimiento. Asimismo, se efectuaron visitas guiadas a la excavación durante las dos primeras semanas de campaña, y que han disfrutado grupos diversos, desde familias, asociaciones de la comarca, colectivos culturales, deportivos y sociales. Entre los visitantes destacados, ha acudido el Vicerrector de Investigación, Transferencia e Innovación de la Universidad de Burgos, José Miguel García Pérez, junto a miembros de la Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación, que ha iniciado un proceso de colaboración con el Museo de Dinosaurios y el Ayuntamiento de Salas de los Infantes.
Han conformado el equipo de excavación 20 investigadores, con otras 10 personas para organizar el apoyo externo. La mayor parte de los participantes poseían una larga experiencia en excavaciones paleontológicas; entre ellos había doctores, másteres, graduados y estudiantes universitarios de Biología, Geología, Paleontología, Bellas Artes, Veterinaria, etc. Su procedencia es diversa: la propia comarca serrana, Asturias, Galicia, País Vasco, Castilla y León, La Rioja, Aragón, Castilla-La Mancha, País Valenciano, Islas Baleares.
Los trabajos realizados han exigido un esfuerzo intenso y prolongado, al tener que retirar una gran cantidad de sedimentos y roca situados encima de los niveles donde se localizan los fósiles. Esta situación ha requerido de varios días de eliminación y extracción de toneladas de tierra, reduciendo el número de días de trabajo con los fósiles hallados. Aún así, los resultados han compensado la dureza de las tareas previas.- Las intervenciones se han centrado en una superficie de 70 m2 de la capa fértil (que contiene los fósiles); año tras año se ha ido profundizando en esa capa que tiene 2 metros de espesor, y como consecuencia se ha llegado a abrir una fosa que ha alcanzado los 3 m de profundidad respecto a la superficie original; sobre los excavadores se alzaba una pared rocosa que llegaba a los 5 metros de altura sobre la capa con fósiles. Este año se han abierto zonas no prospectadas en años anteriores, con resultados muy positivos.Al final de la campaña se han superado los 1.000 registros de restos fósiles documentados como número total de las seis campañas en Torrelara. En los registros se documentan fósiles completos e incompletos y muestras de sedimento para su procesado (tamización de fósiles de tamaño microscópico).
La gran noticia de esta campaña ha sido el descubrimiento de un dinosaurio terópodo (carnívoro, bípedo), de tamaño medio -aproximadamente de 4 a 6 metros de longitud-, del que se han recuperado 10 vértebras, la mayoría de ellas completas y en un estado magnífico de conservación, además de huesos craneales, cintura escapular (“hombro”) y extremidades. Constituye el primer esqueleto de un dinosaurio carnívoro del yacimiento, que se añade a los numerosos dientes hallados a lo largo de campañas anteriores. Este hallazgo amplía aún más la alta diversidad de la fauna de dinosaurios en el ecosistema jurásico de Torrelara, y su estudio va a permitir conocer mejor la fauna de dinosaurios terópodos de la península ibérica. Este nuevo ejemplar refuerza la importancia de este yacimiento en el conocimiento de las faunas de dinosaurios (diversidad, ecosistemas que ocupaban, cambios evolutivos, etc.) existentes en Europa, y su relación con otras de América del Norte.
En segundo lugar, se han recuperado huesos fósiles de los dinosaurios saurópodos (herbívoros, cuadrúpedos, de cuello y cola largos y gran tamaño) hallados en años anteriores, y que se han identificado hasta el momento como braquiosáuridos y camarasáuridos. Esta campaña ha permitido hallar huesos de la cintura escapular (hombro) y de la extremidad anterior, vértebras, de las articulaciones del pie y probablemente del cráneo. Estos fósiles no solo permitirán conocer mejor qué especies de saurópodos vivieron en el ecosistema jurásico de Torrelara, sino también aportar datos sobre la fauna de dinosaurios ibéricos del jurásico final.Como tercera nota importante, hay que señalar la aparición de huesos de estegosáuridos (cuadrúpedos, herbívoros, “acorazados”), fundamentalmente placas óseas que defendían su cuerpo; este grupo está poco representado en el yacimiento, por lo que cualquier nuevo hallazgo es importante para conocer su importancia y posibles interacciones en las cadenas alimentarias de Torrelara.
Por último, los registros fósiles de esta campaña también se componen de dientes de terópodos (que se añaden a las decenas recogidos anteriormente, y que han permitido identificar hasta cinco tipos diferentes), y restos de cocodrilos, peces, tortugas y moluscos bivalvos.
El futuro del yacimiento y sus dinosaurios
El Colectivo Arqueológico y Paleontológico de Salas, C.A.S., principal organizador de las campañas de excavaciones de la Sierra de la Demanda, está valorando varias opciones en relación al proyecto que tiene como eje de actuación el yacimiento de Valdepalazuelos-Tenada del Carrascal. Hay dos factores importantes que pueden determinar cómo proseguirá dicho proyecto:
Varias características del yacimiento suponen una serie de dificultades grandes en el desarrollo de los procesos de excavación: existencia de una pared rocosa de hasta 5 metros de altura que dificulta el avance y prospección de los excavadores; la necesidad de remover toneladas de tierra situadas sobre los niveles con fósiles, más las que se extraen manualmente durante los días de trabajo, y las que se movilizan de nuevo como protección hasta el año siguiente; los problemas de todo el proceso generados al localizarse el yacimiento en una finca de encinas truferas, que pueden dañarse.
Existe un gran número de fósiles extraídos (más de 1.000 registros), de los que se han preparado en laboratorio muy pocos, menos del 1% del total; esa preparación, consistente básicamente en eliminar el sedimento que recubre los fósiles y consolidar estos para su conservación y manipulación segura, es necesaria e ineludible para que los investigadores pueden estudiarlos y publicar los resultados. Tanto la preparación como el estudio de los fósiles requieren de muchas horas de trabajo, al ser tareas delicadas y/o especializadas.
El C.A.S. analizará dichos factores para elegir la mejor opción; la primera propuesta que se maneja es cesar las campañas de excavaciones en Torrelara para centrarse en la preparación y estudio de los fósiles recuperados, lo que de cualquier modo supondría años de trabajo por delante, y precisaría de la consecución de recursos suficientes para desarrollarlo de un modo eficaz.
Este planteamiento no supone el fin definitivo de las excavaciones en Torrelara, pero sí un aplazamiento que podría ser de hasta 10 años y que probablemente implicaría el liderazgo de futuras generaciones de paleontólogos. De hecho, la campaña de 2023 ha dejado localizados varios huesos de dinosaurios que no se pudieron extraer por falta de tiempo y por el delicado estado de conservación que presentaban: el convencimiento del C.A.S. es que el yacimiento no se ha agotado y sería interesante seguir trabajando en él en años futuros.El potencial científico de los hallazgos de Torrelara es sobresaliente y se considera muy valioso para comprender los cambios evolutivos que vivieron las faunas de dinosaurios en el planeta durante el tránsito del Jurásico al Cretácico (en torno a 145 millones de años atrás): los restos encontrados en otros yacimientos ibéricos no son tan abundantes ni tan completos como estos fósiles burgaleses.
Los resultados de la campaña se valoran como de éxito sobresaliente, por el tipo y diversidad de fósiles recuperados (diversidad que va creciendo y verificándose campaña tras campaña), la recuperación de elementos esqueléticos de un dinosaurio terópodo, el hecho de que aparezcan restos anatómicos de los dinosaurios saurópodos que no se habían recuperado hasta ahora y la confirmación de que el yacimiento sigue guardando restos fósiles.
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